domingo, 28 de agosto de 2022

CRISTO DIGNIFICA EL TRABAJO

 



Nombre Alumno

:

 

fecha

Nombre Profesor

:

Hugo   César   Vicencio   Reyes

curso

:

                    

Unidad

 

Cristo dignifica el trabajo

Aprendizaje Esperado

:

 

Comprender las implicancias del trabajo en la hia de la Salvación

Sentido de la Guía

:

Reconocer la dignidad del trabajo

Contenidos

:

Biblia, Magisterio de la iglesia

Evaluacion.

:

Hoy, final de clase

¿Cuál es el motivo que tiene Jesús para asumir la condición de obrero? ¿Por qué la mayoría de sus apóstoles son trabajadores arte sanales y su misión se realiza en medio de los pobres que viven del fruto de su trabajo?

Seguramente Jesús quiere mostrarnos de esta manera el valor y la nobleza del trabajo:

Una Definición de trabajo

Podemos definir el trabajo como “la aplicación o ejercicio de las fuerzas del alma y del cuerpo para producir algo útil y remediar una necesidad”.

Refrendación del Concilio

Las características y dignidad del trabajo fueron subrayadas especialmente por el Concilio Vaticano II.

“El trabajo humano que se ejerce en la producción, en el comercio o en los servicios, es muy superior a los restantes elementos de la vida económica, pues estos últimos no tienen otro papel que el de 'Instrumentos'. Pues el trabajo humano, autónomo o dirigido, procede inmediatamente de la persona, la cual marca con su impronta la materia sobre la que trabaja y la somete a su voluntad.

 

Es para el trabajador y su familia el medio ordinario de subsistencia; por él, el hombre se une a sus hermanos y les hace un servicio, puede practicar la verdadera caridad y cooperar al perfeccionamiento de la creación divina.

 

 No solo esto. Sabemos que, con la ofrenda de su trabajo a Dios, los hombres se asocian a la propia obra redentora de Jesucristo, quien dio al trabajo una dignidad sobre eminente, laborando con sus propias manos en Nazaret.

"De aquí se deriva para todo hombre el deber de trabajar fielmente, así como también el derecho al trabajo. Y es deber de la sociedad, por su parte, ayudar, según sus propias circunstancias, a los ciudadanos para que puedan encontrar la oportunidad de un trabajo suficiente .1* Nunca, pues, trabajar es un privilegio o una suerte. Tanto por ser conforme al plan de Dios como a la dignidad humana, la sociedad y el Estado deben utilizar todos sus recursos para proporcionárselos a todos, especialmente a los jóvenes. No hacerlo equivale a negarse a cooperar con Dios y cometer una tremenda injusticia contra el hombre.

Condiciones en que se ha de trabajar. -

El papa Juan XXIII recuerda que: la misma naturaleza ha concedido al hombre (y la mujer) el derecho no solo a la libre iniciativa en el campo económico, sino también en el trabajo

En un memorable documento, el recordado Pontífice se refiere en detalle a las condiciones normales en que debe desarrollarse el trabajo: “En los ambientes de trabajo y en los procesos productivos se deben salvaguardar la salud física de los trabajadores y su integridad moral; deben tomarse todas las medidas para la prevención de accidentes y para combatir las enfermedades profesionales; los horarios no deben prolongarse más allá de la medida; deben tenerse las debidas consideraciones para las mujeres, especialmente casadas o madres; los jóvenes no deben trabajar prematuramente, ni ser obligados a un esfuerzo que comprometa su desarrollo normal; no deben ofenderse las costumbres morales, ni atacarse el sentimiento religioso .1

 Humanización del trabajo 

En atención a la dignidad humana, la iglesia debe anunciar un verdadero “evangelio del trabajo”, en el sentido de su significado humano y divino:

1“Que manifiesta como el fundamento para determinar el valor del trabajo humano. No es en primer lugar el tipo de trabajo que se realiza, sino el hecho de que quien lo ejecuta, es una persona."

Como consecuencia directa de esta convicción cristiana y humanista es que el trabajo está considerado en función del hombre y no el hombre en función del trabajo.

 

2“En el trabajo el hombre es lo primero. Ya sea artístico, artesano, empresario, obrero o campesino, manual o intelectual, es el hombre quien trabaja; y es para el hombre para quien él trabaja.

Se ha acabado, pues, la primacía del trabajo sobre el trabajador, y la prioridad de las exigencias técnicas y económicas sobre las necesidades humanas. Nunca jamás el trabajo por encima del trabajador. Nunca jamás el trabajo contra el trabajador, sino siempre el trabajo para el trabajador, el trabajo al servicio del hombre, de todos los hombres y de todo el hombre


Tenemos el derecho a trabajar, que nos ha sido conferido por la propia naturaleza.' Pero no podemos excusarnos de ejercer este derecho, porque el trabajo es NECESARIO. Si no trabajamos, no comemos; esto es, si estando en condiciones de trabajar, no cumplimos con hacerlo, no tendremos posibilidad de crecer, de alimentarnos en lo material e incluso en lo espiritual."’

Se trata, entonces, de un derecho-obligación. Y la obligación o deber no es sólo de trabajar. Hay que hacerlo con sentido humano, responsablemente; cuidando dar lo mejor de uno, entregando un trabajo de calidad, cultivando la laboriosidad, dejando de lado la pereza, procurando adquirir la mayor formación y capacitación posibles.

La cesantía de los jóvenes

Muchos jóvenes en Latinoamérica, no pueden vivir normalmente su juventud, obligados a trabajar temporalmente; o al verse oprimidos por un sistema educacional alienante, se sienten marginados, rechazados por la falta de posibilidades de educación y de trabajo, obligados a no hacer nada, anulados como personas.

Puebla nos describe esta situación como “Rostros de jóvenes desorientados por no encontrar un lugar en la sociedad, frustrados, sobre todo en zonas rurales y urbanas marginales, por falta de opor tunidades de capacitación y ocupación”.

 Justa Remuneración.-.

 Los obispos latinoamericanos en Puebla nos sitúan en la realidad de nuestros pueblos.

“Comprobamos, pues, como el más devastador y humillante flagelo, la situación de inhumana pobreza en que viven millones de latinoamericanos, expresada, por ejemplo, en mortalidad infantil, falta de vivienda adecuada, problemas de salud, salarios de hambre, el desempleo y subempleo, desnutrición, inestabilidad laboral, migraciones masivas, forzadas y desamparadas, etc.”."'

También denuncian: " ..descubrimos que esta pobreza no es una etapa casual, sino producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas, aunque haya también otras causas de la miseria. Estado interno en nuestros países que encuentran en muchos casos su origen y apoyo en mecanismos que por encontrarse impregnados no de un auténtico humanismo, sino de materialismo, produce a nivel internacional, ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.”


actividades. Responde en tu cuaderno


1 define el trabajo

2.- Que sostiene el Concilio Vaticano II respecto al trabajo?

3.-En que condiciones se debe realizar el trabajo?

4.- Cual es la situación de los jóvenes en L. América?

5.- que señalan los Obispos en la Conferencia de Puebla, respecto a lA SITUACION DE los pobres?

lunes, 8 de agosto de 2022

Mes de la solidaridad

 


Alberto Hurtado Cruchaga (1901-1952)

 

Alberto Hurtado Cruchaga nacido en Viña del Mar, Chile, el 22 de enero de 1901. Quedó huérfano de padre a la edad de 4 años. Su madre se vio obligada a vender en condiciones desfavorables su propiedad para pagar las deudas de la familia. Como consecuencia de ello, Alberto y su hermano debieron ir a vivir con parientes, y a menudo a transferirse de uno a otro de ellos. Así experimentó desde pequeño la condición de los pobres, sin casa, allegado y dependiendo de otros.

Una beca le permitió estudiar en el Colegio San Ignacio de Santiago. Aquí se hizo miembro de la Congregación Mariana y como tal se interesó vivamente por los pobres, yendo a trabajar con ellos a los barrios más miserables todos los domingos por la tarde.

 

 Aunque desde muy pequeño su única vocación fue el sacerdocio, estudió Derecho en la Pontificia Universidad Católica, recibiéndose de abogado  a los veintidós años. Sólo días después de terminar esa carrera, ingresó al noviciado de los jesuitas en Chillán, iniciándose en la profesión que constituía su genuina vocación:   Ser sacerdote.


En 1927 fue enviado a España para realizar sus estudios de filosofía y teología. Sin embargo, la expulsión de los jesuitas de este país en 1931 le obligó a partir a Bélgica y continuar la teología en Lovaina. Allí fue ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1933. En 1935 obtuvo el doctorado en Pedagogía y Psicología.

 

El Padre Hurtado regresa a Chile en 1936, encontrándose con un país dividido socialmente, con altos niveles de pobreza, analfabetismo y marginalidad en las ciudades. La insensibilidad de las clases altas frente a la realidad chilena le causa gran aflicción. Lo que le llevas a escribir uno de sus más conocidos libros “¿Es Chile un país católico?”

Eran tiempos de grandes cambios políticos. Mientras el Padre Hurtado causaba un gran magnetismo, el Partido Conservador que durante años había representado a los católicos, se divide. Un grupo de jóvenes cristianos forma la Falange Nacional en 1935, que tiempo después llegaría a ser la Democracia Cristiana. Más tarde, la izquierda política agarra fuerzas en Chile por medio del Frente Popular, que llevó a la presidencia a Pedro Aguirre Cerda (1938-1941). Y a otros dos Presidentes de la Republica de militancia Radical.

. Las especiales características de su personalidad hicieron de él un influyente modelo para los jóvenes de la época, a quienes dirigió diversas obras entre las que se cuentan: Mensaje a los jóvenes e Influencia de los Medios de Comunicación en la Juventud. Fue fundador y primer director de la revista Mensaje.

Otra de sus preocupaciones fue la condición de vida de los obreros. Insistentemente, abogó por la sindicalización de los trabajadores como medio principal de mejorar su calidad de vida, de superar las desigualdades y de implantar un orden social cristiano. Con esta finalidad fundó la Asociación Sindical Chilena (ASICH). Todo ello, unido a su pertinaz crítica al modo de vida de la clase alta chilena, le valió la antipatía de personas influyentes que, acusándolo de tener "ideas avanzadas en el plano social", lograron que presentara su renuncia al cargo de asesor de la Juventud Católica.

 

Entonces, todas sus energías se encauzaron hacia el otro tema que lo desvelaba: los problemas sociales. En cada pobre descubría a Jesús. Quería solucionar de inmediato los dramas que veía a diario, pero también buscaba las causas más profundas de la pobreza.

En octubre de 1944, mientras daba un retiro, sintió una imperiosa necesidad de llamar a la conciencia de sus auditores acerca de la necesidad que pasaban muchos pobres en la ciudad, y en especial muchos niños que vivían en las calles. Esto despertó una pronta reacción generosa. Fue el inicio de la iniciativa que ha hecho más conocido al P. Hurtado: se trata de aquella forma de actividad caritativa que ayuda a gente sin techo, dándole no sólo un lugar para vivir sino un verdadero hogar: el Hogar de Cristo

 

Junto con los jóvenes y los obreros, su causa se dirigió al extremo más duro de la pobreza: la indigencia. El mismo repetía: "Acabar con la miseria es imposible, pero luchar contra ella, es deber sagrado". Hasta el día de hoy muchos lo recuerdan recorriendo las calles con su camioneta verde, recogiendo niños, adultos y ancianos indigentes. Fue esta labor la que dio origen al Hogar de Cristo, consistente en hospederías y hogares de niños y ancianos que están en todo el país, y que constituyen la obra que mayor renombre ha dado al Padre Alberto Hurtado.

Un gran educador... y Formador de vocaciones...

La Iglesia debía llevar su palabra de aliento a todos los rincones del país que la requerían: el campo, la ciudad, el interior de las familias y las industrias. La escasez sacerdotal de la época impulsa al Padre Hurtado a trabajar captando vocaciones. Era urgente formar sacerdotes que quisieran convertirse en testigos de Cristo, servidores de los demás y luchadores por la justicia social. Para el Padre Hurtado, éste era el mejor camino de identificación con Dios y de realización del llamado a la santidad. Decía que "Cristo está en el origen y en la fuerza de cada vocación"

Su temprana muerte en 1952 producto de un cáncer, provocó la pesadumbre de muchos chilenos que hasta hoy recuerdan su vida y obra con cariño y devoción.

 

El 16 de octubre de 1994, tuvo lugar un evento largamente esperado por todos los seguidores del Padre Hurtado; fue beatificado por el Papa Juan Pablo II.

 El 23 de octubre del 2005 el Papa Benedicto XVI canonizó al Padre Alberto Hurtado, declarándolo santo de la Iglesia Católica.

Día Nacional de la Solidaridad

Para conmemorar la pascua (fallecimiento) del padre Alberto Hurtado, el Parlamento chileno instituyó en 1994, el Día Nacional de la Solidaridad.

En el mes de la Solidaridad podemos ser capaces de mirar a ese Cristo que camina por las calles con sus ropas ajadas y su cara sucia. Participar juntos de las actividades que se realizan durante este mes nos permite continuar con las obras que comenzó el Padre Hurtado.

Bautizado como el “mes de la solidaridad”, agosto se ha convertido, con el paso de los años, en una verdadera invitación a ser generosos con quienes viven en condiciones de pobreza. La fecha no es casualidad. El 18 de agosto de 1952 falleció el Padre Alberto Hurtado, un hombre santo que, en la actualidad, moviliza a miles de personas para sacar del círculo de la miseria a sus queridos “patroncitos”

 

Tarea.- Te envío las preguntas para este tema, son un poquito mas personales, pero necesarias. S

 

 1.- De qué manera crees que puedes vivir la solidaridad en medio de esta pandemia de Covid 19?

2.- ¿Crees que esta pandemia que vivimos sea un castigo de Dios?

3.- ¿Diversas versiones señalan que la gran mayoría de los 10.000 fallecidos por Covid, eran personas pobres y de clase media ¿Cuál es tu opinión?

4.- Si el padre Hurtado viviera en esta época, ¿Qué crees que haría?

5.-Cual sería la acción del padre Hurtado, en el actual escenario político